Conciertos

 

02-05-2013

Eels. Barts, Barcelona


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Gran expectación había creado la actuación de Eels de nuevo en Barcelona, tanto que colgaron el cartel de entradas agotadas en el teatro. Mark Oliver Everett, alias E, y los suyos saltarían en breve al escenario, pero antes tuvimos la ocasión de descubrir a Nicole Atkins. Desde Nueva Jersey llega esta mujer que tan solo con su voz y una guitarra consiguió encandilar a todo el público. Una voz especial, de esas que transmiten emociones y que lo consigue hacer desnuda y sin artificios. Nos dejó a punto de caramelo y en claro contraste para lo que después veríamos. Todo un acierto y un descubrimiento al que merece seguirle la pista.

Después, llegaron Eels. Y cambiaron de tercio. Se subieron al escenario tanto E como el resto de la banda vestidos de los pies a la cabeza con chándales y bambas de una conocida marca deportiva, ocultándose detrás de unas gafas de sol. Forma parte del espectáculo Eels. Y entonces, empezó la fiesta. Nos ofrecieron un repertorio de lo más rockero, sin apenas concesiones a la tranquilidad, pero con algún par de canciones para las chicas, como el propio E afirmó antes de tocar “That Look You Give That Guy” y “Fresh Feeling”. El resto, guitarras, buen rollo y diversión. Presentaban su último disco Wonderful, Glorious. Tras ir presentando a cada miembro de la banda, el líder y cantante les pedía un abrazo, prueba del buen rollo que hay entre ellos. Durante el concierto además su guitarrista y él celebraron diez años como pareja artística, juntos sobre el escenario. Y se juraron como guitarrista solista y líder de banda, amor eterno, oficiaba la ceremonia el bajista. Es una de esas cosas que nunca sabes que van a pasar en un concierto de Eels y que pasan. Cosas como creer que después de los bises el concierto ha acabado, con un E clamando que se va a dormir la siesta y cuando medio aforo de la sala ya se ha ido, volver a salir y regalar dos temas más con las luces encendidas. El público corriendo para volver a entrar, bailando sin parar y saliendo del concierto con una sonrisa de oreja a oreja y dudando de si volverían a salir o no.

Mucha gente no se esperaba ese despliegue de guitarras y rock, pero no salieron decepcionados, al contrario. Eels habían hecho que la noche se convirtiera en una fiesta. Una fiesta presidida por un Mark Oliver Everett abierto, divertido y simpático, haciendo guiños a su banda y al público. Se notaba que se lo estaba pasando, que se lo estaban pasando bien, sobre el escenario, igual que nosotros al otro lado.

 

Fotografía: Ramona Lowlands 

Autor: Anabel Vélez

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